
Sin dudas, el estar conectado las 24 horas del día y el avance de la tecnología han hecho que nos involucremos gran parte de nuestro tiempo con los dispositivos inteligentes. La reciente llegada del 5G a nuestro país nos hará más dependientes de nuestro teléfono, el cual ya está reemplazando una enorme variedad de otros dispositivos, es así como ya vemos cada vez más lejano, por ejemplo el utilizar una cámara digital la cual ya está integrada al nuestro smartphone, o de utilizar los menús en papel cuando podemos acceder a ellos mediante un código QR.
Esta tendencia de unir la realidad con el mundo virtual no es nueva, es una tendencia que se potenció con la pandemia: el phygital (la combinación armoniosa entre el mundo físico y el digital) de la cual ya estamos acostumbrándonos a experiencias cada vez más híbridas y más cotidianas.
El consumidor ha estado aprendiendo a experimentar y generar un proceso de exploración de esta nueva forma de interactuar con el contenido digital en entornos reales, lo cual ha obligado a las marcas a generar experiencias más certeras potenciadas para centrarse en un proceso de experimentación continuo.
El phygital como una tecnología que avanza en el mundo, sigue siendo vista como un experimento entre la interacción y el entretenimiento, pero a nivel global ya podemos comprobar que ha estado ganando terreno en el mercado minorista y en usos más hogareños con formatos más inmersivos, para ir generando un proceso de transición entre los canales on-line y off-line.
La tendencia habla por si sola, en estudios hechos durante la pandemia, algunas marcas que comenzaron a utilizar Realidad Aumentada (AR) vieron un aumento en el engagement y consideración de sus productos, con una tasa de conversión cercana al 90% para los clientes que utilizaron AR en comparación con aquellos que no lo hicieron.
La oportunidad es crecer y aprovechar esta tendencia, en donde los usuarios tienen mayor apertura a seguir experimentando con experiencias más realistas y significativas y que pueda ser patente la real fusión de los ecosistemas físico y digital para llevarlo a una estrategia omnicanal.
¿Cambió la forma de comprar?
Esta es una interrogante que siempre nos hacemos al momento de comenzar a elaborar una estrategia digital, en donde la medición de nuestro éxito comercial se ve reflejado en la conversión.
La respuesta va de la mano con todo lo que hemos vivido debido al confinamiento. Nos vimos obligados a modificar nuestro estilo de vida, y con ello la manera de comprar. El ir a una tienda como lo hacíamos antes de la pandemia, era un acto de valentía.
Hoy si bien el comercio del retail ha modificado sus procesos haciéndolos más seguros cada vez, el comprar mediante nuestros dispositivos digitales pasaron de imprescindibles a una opción muchísimo más válida, y el poder comprar nuevamente en una tienda física no le ha restado atractivo al comercio electrónico.
Es aquí donde el phygital comienza a brillar en la mente de los consumidores como la gran tendencia que mezcla lo mejor de ambos mundos – físico y digital – para responder a la nueva forma de comprar.
¿Qué oportunidades nos brinda el phygital?
El mix del e-commerce y la experiencia ya reconocida de las tiendas físicas se unen para generar una experiencia de compra omnicanal que aprovecha las ventajas de ambos entornos: se sigue valorando la atención física de un vendedor que responda de manera certera a nuestras necesidades y la experiencia digital se suma con sus particularidades como la inmediatez, la inmersión y la interacción.
Según varios estudios, como el “Global Consumer Insights Pulse” de PwC del 2021, indica que “los consumidores son más conscientes en su toma de decisiones y evolucionaron para ser aún más digitales y ecológicos”.
De esta manera, se destaca que las compras por canales digitales siguen creciendo, gracias al factor precio, el aumento del uso de teléfonos inteligentes, pero las tiendas físicas comenzaron a recuperar su fuerza de ventas, es decir que crecen las compras online pero también las de la tienda física.
Más que una oportunidad de venta, será a un futuro muy cercano un estándar de relacionamiento con el consumidor. Las marcas deberán adecuar los formatos de sus canales de ventas para cumplir con las demandas de estos nuevos consumidores: más digitalizados, más ecológicos y con una gran consciencia entre los gastos que realiza y lo lleva preferir las tiendas más próximas a él para beneficiar el comercio local.
La oportunidad es integrar estas dimensiones que antes las veíamos de manera separada para integrarlas en una sola experiencia de compra, lo que será la clave del éxito para las marcas en un futuro muy cercano.