8 de marzo: reflexionar y no idealizar


¡Feliz día Internacional de la Mujer! o ¡Eres única y especial, felicidades! pueden sonar como inocentes frases para expresar a una mujer un 8 de marzo. Aunque se agradece que, entre líneas, con estas palabras quieren elogiar y no minimizar, en el fondo las mismas no están en el contexto correcto de lo que significa esta fecha.

No, no somos diosas griegas subidas a un pedestal de magnificencia, aunque cada cual es libre de sentirse como tal, de celebrarse como única y maravillosa. Eso no está mal. Al contrario, saberse cómo un ser importante en la sociedad, junto al resto, de amarse y tener autoestima alta es de vital importancia. Ahora bien, desde el punto de vista social lo que hay que examinar es cómo hombres y mujeres de todas las edades, estratos, profesiones y creencias deben realmente ver e interpretar cada 8 de marzo.

Hay que repetirlo, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no es día de celebración. Se trata de una fecha de conmemoración por el hito con el cual, en esa misma fecha, pero en 1908, 129 mujeres murieron en un incendio causado por su empleador en las mismas instalaciones donde trabajaban en Nueva York, luego que ellas iniciaron una huelga y ocupación de la fábrica en pro de mejoras salariales y reducción de horas de jornada. Con este antecedente, se marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero, además de los avances en materia de sufragio para las mujeres.

Entonces, a sabiendas de este suceso trascendental con las mujeres caídas en la huelga de 1908, se reafirma lo que bien indica la RAE como conmemoración:  Recordar solemnemente algo o a alguien. ¡No se festeja! Pero aún falta por aprender. Tristemente, el mensaje original se sigue tergiversando con felicitaciones que caen en la romantización del hecho de ser mujer. Incluso, desde la publicidad hay marcas que se hacen eco de esto y «aprovechan» para lanzar promociones o productos a manera de premio.

No se está haciendo lo correcto. Hace falta concientizar más hacia la equidad e igualdad de oportunidades, además de otras problemáticas urgentes que resolver para un mejor futuro para todas. No olvidemos que, lamentablemente, también nos enfrentamos al monstruo de la violencia. Según ONU Mujeres, cerca del 35% de las mujeres en el mundo han sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida. Son estadísticas alarmantes y es aquí donde debemos hacer un llamado a la acción.

Han pasado 104 años del incendio de la fábrica en Nueva York, y el camino sigue siendo largo en esta búsqueda de oportunidades y equidad. Digamos definitivamente «chao» a este cliché de felicitación, y miremos desde la óptica del pensamiento crítico cómo acortar la brecha de desigualdad y llevar a cero la violencia de género. Es momento de actuar.

Por Marianny Caguao, Ejecutiva de Cuentas, Inbrax.

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